
Las actividades de enseñanza y aprendizaje, trascienden el escenario locativo de lo institucional y el aprendizaje teórico en las diferentes áreas. Este es un proceso que involucra la familia y la vocación del estudiante, resaltar sus habilidades y potencialidad ya sea desde lo científico, la literatura, lo social, lo artístico o lo cultural.
Esta es la connotación que se le ha dado a la feria de la ciencia, realizada el día de 25 de octubre en La Sede La Milagrosa. Desde preescolar a decimo, los estudiantes fueron participes de la actividad y presentaron sus proyectos.
Un brazo hidráulico, un volcán, fluidos no newtonianos, presión que depende de la superficie, transferencia de calor, un filtro de agua, reutilización de tapas plásticas, galletas de coco, yogurt, vino, manualidades y hasta los efectos nocivos de los cigarrillos en el cuerpo humano, fueron los proyectos expuestos en la jornada.
Para los docentes, el balance es positivo, ya que además del compartir de saberes y la integración entre los grupos de la sede, el espacio fue propicio para afianzar saberes artísticos, gastronómicos y científicos con proyección a futuro y que puedan contribuir con el desarrollo de la vereda, ligado al proyecto de vida de cada estudiante. Otro factor que se afianzó, fue el trabajo en equipo, evidenciado cada presentación.
Para los estudiantes, la actividad fue fructífera, permitió compartir como sede y aprender sobre los proyectos de cada uno y de los demás compañeros. También abre la posibilidad de que, a futuro, se podrían iniciar algunos proyectos de emprendimiento en la vereda y generar un impacto social significativo.
La jornada finaliza con la evaluación por grupos y la evaluación de los docentes, quienes elegirán primer, segundo y tercer lugar, los cuales tendrán un reconocimiento público en el próximo acto cívico.